viernes, 13 de noviembre de 2020

OLOR A LLUVIA


Hoy amaneció nublado

nublado como mi humor.

oscuridad y frío me acompañan desde que  arribó el alba

Sombras que oprimen mi corazón.

No puedo creer como influye una palabra,

como unas pocas letras mudan tu corazón

me confundes , me absorbes, me nublas, me desesperas

con tu constante un día si, un día no.

Melancolía ese en mi nombre,

angustia ese es mi corazón 

como hago para arrancarte de mi mente

como te borro de mi preocupación

Huele a lluvia

a tierra mojada,

las palabras resuenan... 

Afuera

sigue nublado

igual que mi humor.



viernes, 14 de agosto de 2020

JUVENTUD DIVINO TESORO

Juventud divino tesoro

que lejos se escuchaba decir eso

y sin embargo, 

ya estoy pensando en ello.  

Los años me están dado alcance, 

o mejor dicho,  

alcancé a  los años,

y con ellos la sabiduría;

aunque mucho de ella 

aún no he visto.

Creo que se niega a cruzar la puerta

tal vez porque mi indómito espíritu aún no quiere aferrarse a ella.

Y, 

es que a esta edad

cuando aún no coronan mi cabeza 

 los ríos de plata que danzan al viento,

aún el espíritu no se doblega

 y de vez en cuando una brizna de rebeldía asoma en una esquina

y pronto crece como una hoguera al viento,

susurrando con sus muchas lenguas palabras dulces 

que resuenan en mi mente a aventura, lozanía, y belleza,

y me aferro a ellas con uñas y dientes

succionando el tuétano a la vida,

cerrando los ojos al miedo,   

que me dice todos los no puedo que existen,

o que la pequeña voz que reside en mi cabeza grita 

desde el oscuro rincón donde hace ya un tiempo, relegué para ella. 

Que la vida es para vivirla, 

que ya vendrán años en que,

aunque se quiera, tal vez no se pueda.

Juventud divino tesoro. 

Que el tiempo no aún no me alcanza,

correré más,

subiré a los cerros a gritar su nombre,

reiré,

leeré,

probaré sabores extraños,

disfrutaré de lo que la vida me entregue,

hasta que ya no tenga fuerzas,

cuando al fin, 

el tiempo me haya dado alcance,

y los pies vayan por delante.


jueves, 2 de julio de 2020

...ESTRACTO DE MI PROPIO DARCY (relato aún en pañales)


¿Si quiera sabes cuantas veces pienso en ti?
¿Cuántas malditas horas de mi vida malgastadas en tu recuerdo?
No una, no dos.
Miles
¿Sabes lo que es eso?
...Toda una vida.
Así tanto te quiero.



martes, 23 de junio de 2020

LÁGRIMAS SOBRE MI VENTANA



"Lágrimas del cielo sobre mi ventana
me hablan de ti sin decir nada
susurran tu nombre en cada golpeteo
cuentan los segundos desde que no estas a mi lado.
Lágrimas celestes sobre mi ventana caminan veloces mientras yo las miro
Se juntan, se separan
Danzan libremente
Cuentan nuestra historia en su recorrido.
El firmamento llora sobre mi ventana
Me habla de ti sin querer hacerlo,
Revive momentos que estaban dormidos
A la espera de que llueva
Y yo vuelva a estar contigo."

lunes, 24 de febrero de 2020

LOS SEGUNDOS


Entro de prisa al pabellón,  no quiero llegar atrasada y perder mi hora. Me siento en la sala de espera y comienzo a eso mismo. Pasa el tiempo, segundo tras segundo consecutivamente,  miro el reloj, y veo como las manecillas se mueven lentamente. Cuento hasta sesenta, hasta completar un minuto;  y luego cuento hacia atrás, engañando a mi mente para que la espera no se me haga tan lenta. Pero el tiempo no pasa, se detuvo en el instante en que arribé a este lugar. Las caras se suceden una a una. Todas cabizbajas,  sombrías, borrosas ante mis ojos. Pinceladas goyanas en tonos rosigrises, entre muros blancos con olor a cloro. Se asoma tras la puerta una mujer de azul. —Cincuenta y uno —.  Entra alguien. Aún no es mi turno. Once treinta me dijeron estuviera. Ha pasado media hora y aún no pasa nada. Me distraigo con el móvil ¿quién habrá ganado el Oscar? Diez minutos más. —cincuenta y siete —. Dice la mujer apenas abriendo la puerta. ¿Para qué me dieron una hora? ...Doce diez, saludan al hombre que está sentado junto a mí y lo hacen pasar. Grrrr, pero si llegó más tarde que yo. ¿Alguien sabrá cómo funciona el sistema? Se abre la puerta,  golpean a la puerta de junto, y sale un uniforme blanco que  pasa delante de mis ojos y entra a la pieza a la que tanto deseo ingresar. Pasan más segundos. Vuelvo a mirar el reloj. Ha pasado todo un minuto. Junto a mí, un móvil al que  llega uno y otro mensaje. La señora de al frente golpetea con sus uñas la silla donde está sentada. El viento se cuela por la puerta que está abierta. Otro minuto. Hacen pasar a la mujer de más allá. Suspiro mientras miro la hora.  Dos minutos. El médico se sacó el delantal y camina hacia la salida. Treinta segundos más, la puerta vuelve a abrirse, sale otro paciente.  Se vuelve a atrancar el ingreso a este sector, un hombre pelea con ella,  para poder entrar, la señora de junto se para y ayuda, tiene una maña, explica, debe apretarla y levantarla de aquí. Entra una señora con guagua. —don Mario —. Pregunta la enfermera. Todos nos miramos. No ha llegado.  Número 58.  Entra la señora del tamborileo.  Miro la hora doce veintiséis. Vuelven a llamar a don Mario.  Nadie se Mueve. Miro el móvil, un mensaje de voz. Lo borro ¿Quién los escucha? Aprovecho y miro la hora doce treinta y uno. Dicen mi nombre. Tomo mis cosas y entro apresurada, desabrocho mi pantalón, subo a la camilla, bajo un poco mis pantis.  Con cuidado quitan el parche que cubre mi ombligo.  Ponen un líquido adentro. —veinte minutos —. Debo esperar.  Recuerdo un viejo dicho sureño, y me rio mientras los segundos pasan uno a uno.  “El que se apura pierde el tiempo”.

viernes, 17 de enero de 2020

HOY PENSÉ EN TI

Hoy pensé en ti.
Veintinueve veces desde que desperté hasta las siete de la tarde
te vi en mi mente de tantas formas distintas,
incluso hasta hablé contigo en una de ellas.
Te veías magnifico,  en esos viejos jeans y esa polera gris que usabas la última vez que te vi.
Tenías esa sonrisa sincera, con la que me desarnaste la primera vez que me viste;
pero sólo era un sueño.
Una elucubración.

Hoy pensé en ti.
Vi como la vida te envolvió en el día a día,
te arrebató de mi lado,
y yo entre mis propios problemas ni cuenta me di.
Llegaste sin mas,
sin  previo aviso
eras ese chico timido, de sonrisa fácil, que de un  día para otro robó mi corazón,
y como no,  si lo eras todo.
Eras mi amigo, mi concejero, mi profesor y mi confesor.
Sabías todo de mi.
Entre tú y yo sin secretos. Nada oculto. O al menos así lo creí.

Hoy pensé en tí.
Veintinueve veces.
Veintinueve.
Igual que las horas que pareciese tuviera el día desde que no se de ti.
Veintinueve.
Como nuestro último día juntos.
Veintinueve.
Las veces que tuve que perdonarte.
Veintinueve.
Los años que tenías.
Veintinueve veces veintinueve.
Las veces que te he llorado.

Veintinueve veces he pensado en ti,
desde que desperté hasta las siete de la tarde,
quizas mañana pueda olvidarte,
quizas mañana aprenda a respirar nuevamente sin que duela no verte.
Pero hoy, hoy pensaré en ti treinta, treintayuna,  y mas veces;
tantas, como el corazón quiera,
tantas como pueda respirar sin morirme,
tantas como el dolor lo permita.

Hoy pense en ti porque no quiero olvidarte,
porque si dejo de pensar en ti la vida seguirá su curso y ya no estarás en ella.
Porque  no puedes volver de donde te has ido.

Hoy pense en tí veintinueve veces desde que desperté hasta las siete de la tarde.
Me obligue a respitar.
Subsistir
Veintinueve veces sin morir aunque quiera hacerlo.
Hoy pensé en ti
mi unica forma de poder seguir viviendo.