Para mí, leer el manuscrito de "Mujeres raras en situaciones peculiares" , me transmite energía, pasión, sentido del humor (especialmente de la autora, lo que es más valioso) y además curiosidad, para seguir las huellas de los personajes que recorren sus cuentos con libertad y entusiasmo. Estoy segura de que éste es un muy buen comienzo de un largo y sorprendente camino, donde las palabras encontrarán a alguien que les sacará mucho movimiento, brillo y sentido, para armar nuevos cuentos, y tal vez novelas, y porqué no, una autobiografía, ya que mucho es lo que tiene para decir esta mujer que ha pasado por grandes luchas en su vida, y como siempre, sale adelante con una fuerza asombrosa. Que todo ese caudal se transforme en libros.
jueves, 28 de diciembre de 2017
jueves, 9 de noviembre de 2017
AMISTAD
Siempre recordaré la primera vez que vi a la Pepi Valdez, con su frondoso cabello rebelde y una amplia sonrisa en la cara. Siempre tan alegre y tan loca. Un torbellino emocional, algo que a más de alguno, y en más de una ocasión acabó por colmar la paciencia. Teníamos tan solo 12 años de edad ese verano del 62 cuando llegó corriendo a la sastrería de mi abuelo a buscar el traje azul a rayas que su padre había mandado a hacer. A penas nos vimos, nos reconocimos como almas gemelas y desde ese día no nos hemos separado más, llevando ya más de 55 años de amistad. Ella ha sido todo lo que yo no soy. Lo que yo no sabía hacer ella lo podía, lo que ella desconocía para mí era algo común, por lo que entre ambas lográbamos cosas imposibles. Nos haciamos bien mutuamente, influenciándonos de buena manera.
Aún recuerdo la primera vez que me teñí el pelo, después de más de dos horas de argumentos por su parte, y cuando finalmente cedí y me deje hacer por ella, fue apocalíptico. Ahí tuve que andar yo, arrastrando mi vergüenza por dos largas semanas, con un hermoso color verde en mi frondoso cabello por un error de cálculo que hizo cuando mezcló los componentes. O aquella vez en que trato de convencerme que entrara en una fuente, solo para personalizar a Anita Ekberg en la famosa escena de la película la Dolce vita, y acabé con una bronconeumonía por entrar al agua en pleno invierno.
Por ella me había metido en más de un problema en mí vida. Era una fuerza de la naturaleza, totalmente desatada, comparable con la explosión del volcán Vesubio. Aunque para ser sinceros ella llegó a mi vida en el momento en que más la necesitaba, y sólo logró hacerla mejor. Pero tenía pequeño problema, era demasiado volada o mejor dicho, fantasiosa, tanto que a veces confundía lo que otros hacían con sus propias proezas, por lo que siempre había tenido que ser su cable a tierra y andarla corrigiendo. Recuerdo que una vez me dijo que ella había ayudado a poner al hombre en la Luna, y cuando le dije “no Pepi tu no ayudaste a poner a nadie en la Luna. Como que no, puse a Francisco en la Luna, y creo que aún está por ahí dando vueltas, después de esa sesión de besos que tuvimos. Y otra vez salió con que había corrido y ganado una maratón, y tuve que corregirla diciéndole que no, que esa había sido la Mónica Olivera, y que ella con suerte corría para comprar una oferta. Ja. Realmente te podía envolver con sus cuentos si te distraías.
Pero de todas mis historias con la Pepi la que más me gusta es aquella en que me un día me preguntó que me pasaba porque estaba un poco triste, y le conté que me había recibido una noticia de la Paola, y antes de que pudiera decir agua va, comenzó a decir “Me carga la Paola. No soporto a la Paola. Me cae tan mal la Paola. Porque la Paola sólo piensa en la Paola. Hay que linda es la Paola, hay que inteligente que es. Me cae Pésimo.” Y cuando al fin me dejo explicarle que la Paola había sufrido un ataque cardíaco y había muerto, me salió con “Yo amaba a la Paola, ella era como una hermana siamesa con la que compartíamos un mismo útero”, siamesas quien le creería, por lo que le dije ¿siamesas? ¿un útero? “bueno, como una hermana” la que de mirando incrédula, “bueno como la hija del hermano del primo de su vecino. Así de cercana, pero la amaba”. Ella siempre dice que ama a los que ya no están, y creo que por eso le gusta asistir siempre a los funerales, en cambio a mi, sólo me gusta ir para escuchar la sarta de mentiras que dicen de los que ya no están. Yo le digo siempre vamos porque somos las únicas que los conocimos como eran realmente, vamos a escuchar lo buenos que eran…
...Y si ahora ella estuviera aquí, se reiría de mí, viéndome ahora pie frente a ustedes. Es más me diría bájate de ahí vieja loca. Déjate de decir esa sarta de mentiras. No ves que todos los muertos son buenos. ¡¡Ahhhh!! Como estarás revolucionando el cielo Pepi, tratando de convencer a Dios y todos los santos de lo genial que sería realizar desde allí un salto en benji. Espérame. Quiero ser la primera en intentarlo.
Pero de todas mis historias con la Pepi la que más me gusta es aquella en que me un día me preguntó que me pasaba porque estaba un poco triste, y le conté que me había recibido una noticia de la Paola, y antes de que pudiera decir agua va, comenzó a decir “Me carga la Paola. No soporto a la Paola. Me cae tan mal la Paola. Porque la Paola sólo piensa en la Paola. Hay que linda es la Paola, hay que inteligente que es. Me cae Pésimo.” Y cuando al fin me dejo explicarle que la Paola había sufrido un ataque cardíaco y había muerto, me salió con “Yo amaba a la Paola, ella era como una hermana siamesa con la que compartíamos un mismo útero”, siamesas quien le creería, por lo que le dije ¿siamesas? ¿un útero? “bueno, como una hermana” la que de mirando incrédula, “bueno como la hija del hermano del primo de su vecino. Así de cercana, pero la amaba”. Ella siempre dice que ama a los que ya no están, y creo que por eso le gusta asistir siempre a los funerales, en cambio a mi, sólo me gusta ir para escuchar la sarta de mentiras que dicen de los que ya no están. Yo le digo siempre vamos porque somos las únicas que los conocimos como eran realmente, vamos a escuchar lo buenos que eran…
...Y si ahora ella estuviera aquí, se reiría de mí, viéndome ahora pie frente a ustedes. Es más me diría bájate de ahí vieja loca. Déjate de decir esa sarta de mentiras. No ves que todos los muertos son buenos. ¡¡Ahhhh!! Como estarás revolucionando el cielo Pepi, tratando de convencer a Dios y todos los santos de lo genial que sería realizar desde allí un salto en benji. Espérame. Quiero ser la primera en intentarlo.
martes, 24 de octubre de 2017
GRACIAS
Alguna vez has pensado en toda esa gente que has conocido en tú vida, y como cada uno a marcado tú vida con cada pequeña interacción, y cuando escuchas alguna canción o pasas por algún lugar su recuerdo viene a tu mente.
A mi me pasa y podría escribir tantas historias de ellos que faltarían árboles para llenar las páginas que podría escribir. Muchas gracias por llenar mi vida. Pero muchas más gracias a aquellos que se han quedado en mi vida, y a los que nuevamente toman contacto para ser parte de ella. Son muy importantes para mi.
A mi me pasa y podría escribir tantas historias de ellos que faltarían árboles para llenar las páginas que podría escribir. Muchas gracias por llenar mi vida. Pero muchas más gracias a aquellos que se han quedado en mi vida, y a los que nuevamente toman contacto para ser parte de ella. Son muy importantes para mi.
jueves, 28 de septiembre de 2017
CARTA A UN DESCONOCIDO
Concepción
15/08/2005
Me es tan raro
volver a escribirte después de tantos años. Tantos y sin embargo,
seguimos siendo aún los mismos, o, al menos así lo sentí cuando nos
encontramos y me abrazaste tan fuertemente y me miraste a los ojos con el mismo
amor que siempre vi en ellos. Fue como si el tiempo se hubiese detenido
para nosotros en un perpetuo, donde el espacio y el tiempo no existen, y que,
pese a todo lo que ha pasado en nuestras vidas, se mantuviera ajeno a nosotros
mismos y a lo que no fue, pero pudo haber sido.
Con cariño
A.
jueves, 16 de marzo de 2017
IMAGEN PERPETUA
Como hacer nada, si te
pienso todo el día
entre segundos
que se cuelan en las aguas del tiempo.
lunes, 13 de marzo de 2017
LA CASA EN LA COLINA
Era una oscura mañana de
sábado donde el viento soplaba furioso contra la ventana de la habitación
de la lóbrega casa sobre la colina del Cerro Campana. Thomas caminaba cuidadoso
de caerse en algunos de los huecos donde faltaban las tablas, mientras el frío
se colaba por los espacios de vidrios inexistentes volviéndolo todo mucho más
inhóspito de lo que realmente era. Si no fuera por el techo que
cubría su cabeza, Thomas hubiese preferido estar a la intemperie ya que no era
mucho mejor lo que se estaba dentro que afuera de la casa y posiblemente
se estaba mucho más seguro fuera que dentro, pero las negras nubes que
todo lo cubrían auguraban que una fuerte lluvia caería de un momento a otro y
eso lo había hecho buscar refugio dentro de aquella casa.
De pronto un suave repiqueteo comenzó a sonar por sobre su cabeza,
tap-tap-tap-tap-tap, la lluvia había comenzado, y lo que parecía
una alegre canción sobre el techo pronto se volvió un constante martilleo que
se iba haciendo más rápido y más fuerte a cada instante, sonando como una fuerte
cascada sin fin que amenazaba con romper el techo de un segundo a otro.
Thomas
miró el techo, dudoso de la fortaleza de éste. La casa era tan vieja y
había estado abandonada por tanto tiempo que dudaba si realmente podría
resistir. ¿Cuántos años había pasado abandonada? ¿Diez? ¿Quince?
Thomas
no tenía memoria de haber estado nunca antes ahí, aunque sabía por lo que
le habían dicho sus abuelos que solían venir cuando él era pequeño.
Sin embargo, no había ni una foto de esas ocasiones por lo que tan sólo podía
confiar en las historias tantas veces antes contadas. No había ni un
recuerdo que lo atara a esa casa, y eso le hacía más fácil la tarea de
deshacerse de ella.
Una
ráfaga de viento sopló más fuerte haciendo retumbar todos los vidrios de la
casa como si de campanas se tratara. A Thomas el ruido le crispó los nervios
por lo que decidió terminar cuanto antes la molesta visita. Avanzó por la
casa revisando una a una las habitaciones, viendo el estado
en que se encontraban, observando disgustado que cada una estaba
peor que la anterior. Mientras tanto los
tipitipitap de las goteras iban apareciendo poco a poco en cada
cuarto al que entraba, lo que comenzaba a alterarle los nervios.
Nunca había soportado esos molestos ruidos constantes como el de los relojes
mientras se mueven, o el de los grifos cuando se le rompen las gomas y
quedan goteando. Eso definitivamente era capaz de romper toda su
concentración en su escritura o le impedía quedarse dormido. Incluso hubo
una vez en que se despertó a media noche por el ruido de una gota que sonaba
rítmicamente y comenzó a buscarla desesperado por todo su apartamento hasta que
la encontró. Ahora que la banda de gotas tocaba
<<Invierno de Vivaldi>> estaba a punto de hacerse un harakiri de la
pura desesperación.
No
podía creer lo mal cuidada que estaba aquella casa. Sus padres por lo
visto nunca habían invertido un peso en ella luego de que sus abuelos habían
muerto cuando él era un niño aún y ahora, por lo que estaba notando, la inversión
que tendría que hacer sería cuantiosa, y eso no le hacía ni una gracia
dado que sus finanzas estaban bastante escuálidas luego de que su éxito en
ventas hubiera dejado de estar en boga y que su último libro tardara en
salir de la prensa.
La
tormenta se volvía más fuerte, castigando la casa con toda su furia. El
viento soplaba de tal modo que daba la impresión de que la estaba arrancando de
cuajo y por un minuto Thomas pensó que los cimientos simplemente no soportarían
aquel huracanado viento. Ésta simplemente no era una tormenta
normal. Ésta era la madre de todas las tormentas y si la casa sobrevivía
tal vez debería cumplir con la última voluntad de su abuelo cuando se la dejó
en su testamento y la refaccionaría por entero para después volverla su
hogar. Sabía que para sus abuelos esta casa había sido su
hogar, pese a que habían vivido en muchas partes antes de
comprarla. Pero en ella habían vivido sus mejores años y habían
criado a la última generación Shlater antes de morirse y dejársela como
herencia cuando por fin cumpliera los 30 años. <<Te dejo mi
preciado tesoro, espero te sirva en los tiempos difíciles>>.
El
viento soplaba cada segundo más fuerte, era como si se hubiera ensañado
con la casa, castigándola por hacerle frente y soportar la recia
tormenta. La fuerza con que la castigaba era titánica, los
viejos robles que adornaban el jardín bailaban desaforadamente mientras
azotaban sus ramas contra las paredes rasgando los pocos vestigios de pintura
que aún le quedaban. De pronto una de las ramas cayó sobre el techo con
tal fuerza que no sólo rompió el techo sino que también el piso de madera que
tan débil estaba. Thomas no podía creer lo que había
pasado. Tan sólo unos metros más y hubiese caído sobre él. Se
había salvado por un pelo. Si esto no era intervención de la divina
providencia, entonces no sabía qué podría serlo.
Se acercó unos pasos hasta donde había caído para constatar el daño. La rama
era gigante y el tamaño del hoyo que había hecho en el suelo era
descomunal. Se fijó en el fondo del orificio y no podía
creer lo que sus ojos veían. Miles de redondas y doradas
monedas brillaban en el fondo del oscuro cráter, mientras la copiosa
lluvia caía sobre su rostro. Y de inmediato recordó "te dejo mi
preciado tesoro..."
De
pronto los tipipitipitap de la lluvia sonaron más y más cercanos, hasta sacarlo
del sueño en que se encontraba. Nuevamente se había quedado dormido
encima de su cama y había olvidado cerrar la puerta del
baño. Debía cambiar la goma de la ducha cuanto antes pues el ruido
de la gotera se le hacía insoportable. Miró la hora en su reloj
despertador: 6:30 a.m. Ya era hora de levantarse. Era un largo
viaje hasta la casa en la colina.
sábado, 11 de marzo de 2017
CUENTO: TU ERES ESPECIAL
Primer cuento infantil que he escrito en mayo del 2016, y que decidí plasmarlo en vídeo para que sea más fácil de ver por los más pequeñitos.
lunes, 6 de marzo de 2017
POEMA: OLVIDO
Como olvidarte si el
viento golpea mi ventana gritando tu nombre
si la luna me
susurra al oído las delicias de tu boca.
Te olvidaré
como se olvidan los sueños de verano,
como la brisa
se lleva la magia de tus risas
te olvidaré...
...pero veré
tú rostro cada vez que cierre mis ojos.
sábado, 7 de enero de 2017
POEMA: OSCURA REALIDAD INMINENTE
Hombres,
inadaptados
gobernantes de la tierra
casta
privilegiada de todos los animales.
Señores del
ocaso de este mundo.
Seres viles,
perros
sarnosos incapaces de hacer nada.
Meros observadores
de una realidad inalterable
que se cierne
sobre nosotros, doblegándonos ante el dolor.
Cuan ínfimos
somos.
Despojos que
se pudren en la tierra fecunda
cuando el
reflejo de la luna se apaga en nuestros oscuros ojos.
Demasiado
pequeños para encontrar la realidad por nosotros mismos,
enajenados por
los rayos del sol de nuestro ego.
Siempre a
tientas en las tinieblas del conocimiento
que se yergue
lejano en la inmensidad de los días.
Cegados por la
vanidad de nuestros cuerpos febriles,
disfrutando la
dorada plenitud de primaveras en flor
ensimismados
en los propios logros,
atendemos a
vicios, a los placeres de la vida
que nos llaman
a sentarnos en sus lomos, confiados,
en un viaje
sin retorno a una tierra maldita.
Prestamos oído
a voces que adulan,
susurros
demoníacos a la vanidad arrebolada,
mezquindad de
pensamientos.
¡Oh! Rareza de
vivir
Mis logros
exalten con pompas,
¡Celebrad mi
divina belleza!
Corazón
reseco,
alma doliente
que ocultas tu llanto entre falsas sonrisas,
con máscara
veneciana escondes tu alma desolada,
sumergiéndote
en la oscuridad de la noche
que te pudre
en la miseria verde parduzco
olor a azufre
y cal,
que te llama
por tu nombre.
Cerebros corroídos,
criaturas obscenas, inescrupulosas,
cegadas por el
amor a sí mismos.
Hombres,
vanas
criaturas,
opacados por
el mar del deseo
inmensidad
inequívoca del fin que nos espera.
¡Rompe el
cascarón!
¡Abre los ojos
a la vida!
Mira más allá
de tú simple existencia,
escucha el
murmullo de la tierra desgarrada.
La realidad de
un mundo que ahogamos
en un
sangriento futuro con el peso de nuestra existencia.
¡Se valiente,
sal de la muralla!
Escucha la voz
que desea revelarse,
oro profundo
de los cimientos de la tierra.
¡Libérate!
¡VIVE!
¡Deja el
excremento en el cual estas sumido!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)