20 de agosto 2015
“Alguna vez te has preguntado, como
sería todo si tus decisiones fueran diferentes,
si hubieses obrado de tal o cual manera, si hubieses dicho si en vez de
decir no. Son tantas las preguntas y
las posibilidades de los diferentes
caminos que podrían trazarse, de lo distintos que podrían ser con el
camino que seguimos y del que ya no
podemos retornar, o tal vez no queremos
retornar.
Qué habría pasado si la frase y si hubiésemos empezado algo o como se yo que esto será para siempre, no se hubiese hecho alguna vez en mi cabeza. Si no estuviese tan dañado que desconfiara
tanto. Si pudiese sumergirme en una relación y
adentrarme sin problemas, dando todo de mí,
sin guardarme nada. Ni un rincón de mi
oscura alma. Quitando las máscaras, mostrándome tal cual soy. ¿No te escandalizarías? Crees que podrías
amarme. Amarme por lo que soy. No por lo
que crees que soy. Con mis
demonios. Mi propio infierno, ese que me llama a ser inapropiado, a ser
nefasto, a quien soy sin tu luz.
¿No te da miedo que te atraiga a mi oscuridad? ¿Qué te absorba? ¿Qué robe toda tu inocencia? Esa
que te hace especial, que tanto me atrae
hacia ti, a que me pierda en tus ojos,
en tu mirada. ¿A qué mis
palabras te atrapen? Así como te atrapo
mi juego. Aunque si lo pienso bien yo caí en mi juego cuando te invite a
participar. Me venciste en mi propio
reino, donde creí ser rey y señor.
Y fui vencido limpiamente con tus suaves palabras y tu encanto. Sí, porque me venciste el primer día que te hable, cuando cruzamos esas pocas palabras, y
tu timidez me cautivo. Esa timidez que
es una gruesa muralla en ti, pero que
cuando uno la logra atravesar se da cuenta de lo genial que eres; porque aunque en ocasiones te muestras
totalmente extrovertida, si se te conoce, uno se da cuenta de que también es
una parte de tu timidez, una coraza para
que los otros no sepan cómo eres, para
ocultar tu yo más íntimo, ese que casi no muestras a nadie, sólo a los más cercanos, a aquellos por los que te desvives. Estoy seguro que si los demás pudiesen verte
con los ojos que yo te miro, tu ni si
quiera te habrías fijado en mí.
Y aunque no lo quiera tengo miedo. Miedo de que descubras cuanto equipaje tengo
conmigo. Cuáles son las circunstancias
en las que estoy envuelto y de las que no puedo
desentenderme aunque quisiera. Porque este soy yo. Un enredo de
pensamientos y contradicciones, un lío que no puede desenredarse sólo, que necesita de ti para sentirse completo, de
tu presencia para poder sentirse
vivo, real. De tú intensidad para renovar mi energía.
Sinceramente no sé que pasa entre nosotros. De alguna forma me has descifrado, no sé cómo, y no sé por qué. Tal vez porque somos demasiado parecidos en el fondo, con el mismo humor y deseos. Tal vez porque tú también tienes tus propios demonios a los que debes hacer frente.
Sinceramente no sé que pasa entre nosotros. De alguna forma me has descifrado, no sé cómo, y no sé por qué. Tal vez porque somos demasiado parecidos en el fondo, con el mismo humor y deseos. Tal vez porque tú también tienes tus propios demonios a los que debes hacer frente.
Lo único que sé es que veo tu foto sonriéndome y me pierdo en tu mirada, en tu enigmática
sonrisa, y eso me desconcierta, porque hacía
mucho que no me sentía así; o tal vez nunca antes me había sentido así, embobado y confuso a la vez. Atraído y alejado en un instante.
Es imposible borrarte, quitar tu recuerdo de mi mente, porque vuelves a mi constantemente aunque no
te quiera pensar, aunque quisiera eliminarte de mi mente, alguna palabra o sonido me hace recordarte, y es una tortura y un deleite a la vez, porque
lo quiera o no, eres una parte de mí. Te
has metido debajo de mi piel, entre conversaciones
y tibias miradas, entre sonrisas y mal
entendidos. Y espero lo imposible,
mientras todo grita tu nombre.
Me sorprende tú intensidad, tú energía. Tu animo siempre alegre, pese a las situaciones, pese a los conflictos
que puede haber. La claridad que tienes
para pensar frente a la adversidad. La
rapidez de tú boca, y esa forma inquietante de poner frases a medio decir que
puedo interpretar de tantas maneras, pero siempre dicen lo exacto.
Si, desconfío porque no quiero sufrir. Porque no quiero ver
todo diluirse entre mis dedos. Porque
temo a que abras los ojos y me veas como realmente soy, y te des cuenta de que
no tengo pasta si quiera para ser un buen amigo. Pero no puedo alejarte de mí, ya es tarde. Sé que te necesito, no puedo imaginarme una
vida sin ti. Sin tu sentido del humor,
sin tus bromas, sin ver esos ojos que tanto me obsesionan. Sin sentir esas maravillosas mariposas en mi
estómago cada vez que te veo. Y esa
intensa necesidad de querer cuidar de ti, por el resto de mis días…”
10 de Octubre
2015
“Creo que nunca en la vida había pasado tanto susto como el de hoy. Verte así tendida en el suelo, indefensa, fue una extraña sensación la que se apoderó en mí en ese momento. Como que si me faltara el aire, y la
oscuridad me envolviera de inmediato.
Hacía mucho que no me sentía así. Creo que desde que perdí a mi madre. Nunca más quisiera sentir ese miedo atroz al que me ví hoy enfrentado. Y esa inmensa rabia que más tarde me dio al saber lo que te había ocurrido. Creo que si me encontrara de nuevo con ese hijo de puta, le arrancaría los brazos, por sólo haber osado tocarte.
Si algo te hubiese pasado, no me lo perdonaría. Estoy tan malditamente jodido por amarte así. No sé qué voy a hacer si no logro convencerte de que soy bueno para ti. Pero la verdad es que muy en el fondo sé que no lo soy. Ese es el problema. Soy un Cabrón. Un salvaje. Aún no has visto lo peor de mí, y sé que cuando lo veas vas a salir huyendo, igual como hoy lo hiciste de ese atacante...”
Hacía mucho que no me sentía así. Creo que desde que perdí a mi madre. Nunca más quisiera sentir ese miedo atroz al que me ví hoy enfrentado. Y esa inmensa rabia que más tarde me dio al saber lo que te había ocurrido. Creo que si me encontrara de nuevo con ese hijo de puta, le arrancaría los brazos, por sólo haber osado tocarte.
Si algo te hubiese pasado, no me lo perdonaría. Estoy tan malditamente jodido por amarte así. No sé qué voy a hacer si no logro convencerte de que soy bueno para ti. Pero la verdad es que muy en el fondo sé que no lo soy. Ese es el problema. Soy un Cabrón. Un salvaje. Aún no has visto lo peor de mí, y sé que cuando lo veas vas a salir huyendo, igual como hoy lo hiciste de ese atacante...”
22 de
Diciembre 2015
“Nunca imaginé estar sumergido en algo tan turbio, el comenzar a leer los diarios de mi
padre y darme cuenta de que habían sido
amigos con los padres de Annie, es raro. Más aún cuando veo que ambos murieron en trágicas circunstancias.
Mientras más leo, más me preocupa las coincidencias con esa sensación de sentirse vigilada que tiene Annie, el robo de la computadora de su hermano, el ataque del que fue objeto, y ahora el nuevo intento de robo de mi departamento.
Hay algo que nos une. Sé que el secreto debe estar en esos diarios. Tal vez ahora que vamos a la casa de Annie para las fiestas, podré encontrar un vínculo. No quiero hablarles de mis sospechas, no sin antes tener algunas pruebas. Tal vez debería hablar primero con Gabriel…”
Mientras más leo, más me preocupa las coincidencias con esa sensación de sentirse vigilada que tiene Annie, el robo de la computadora de su hermano, el ataque del que fue objeto, y ahora el nuevo intento de robo de mi departamento.
Hay algo que nos une. Sé que el secreto debe estar en esos diarios. Tal vez ahora que vamos a la casa de Annie para las fiestas, podré encontrar un vínculo. No quiero hablarles de mis sospechas, no sin antes tener algunas pruebas. Tal vez debería hablar primero con Gabriel…”